Ganando en secreto
Seguramente
tú como yo tenemos familiares o amigos que aún no conocen de Cristo o que están
renuentes a seguirlo o aceptarlo como su único salvador. Es
doloroso pensar que nuestros padres aún no alcanzan la salvación, es doloroso
ver a tus hermanos distanciados del camino de Dios, es doloroso ver a un esposo
renuente de las maravillas de Dios y es doloroso también ver a unos hijos que
cambian el leer la Biblia por ver programas vacío en la T.V.
No
podemos obligar a nadie a seguir a Cristo y tampoco debemos ignorarlos y seguir
adelante con nuestra vida simulando que todo está boen; no lo está, la salvación
del alma de cada persona es un asunto que nos compete a todo cristiano, y el
ignorarlo es como tratar de esconder tu luz en un cajón. No se puede, hemos
sido llamadas a compartir su evangelio a todos.
Puedo
imaginarte llorando por cada persona de tu familia que te ha cerrado la puerta
cuando supieron que eres cristiana, por cada palabra hiriente cuando les
hablabas de Cristo, por cada enojo cuando se burlaban de tu decisión de seguir
a Cristo, y entiendo tu dolor por cada uno de ellos al tener que dejar de
insistir en que crean que Jesús es el único camino al Padre.
¿Qué podemos
hacer?
Creo
que cuando les hemos hablado de la salvación por medio de Cristo y no han
querido escuchar, tenemos que seguir trabajando desde el secreto de Jehová;
leía Nehemías más para buscar una enseñanza acerca de levantar altar en nuestro
hogar y con el capítulo uno me dio un vuelco en el corazón al pensar en mi
familia que aún no es salva.
que vino Hanani,
uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos
que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén.Y
me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la
provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus
puertas quemadas a fuego.
Nehemías 1: 2-3
Aunque vivamos
lejos de la familia, siempre hay alguien que nos da razón de ellos y nos digan
cómo es que en realidad se encuentran, no sé si a ti te pasa como a mí que cada
que hablo con mis padres me dicen que todo está bien, hasta que hablo con mi
hermano mayor es quien me cuenta la realidad de lo que sucede en casa.
La verdad es que, por más que nosotras hagamos lo posible por que ellos se rindan ante Cristo el
que hace el milagro y cambia corazones es el Espíritu Santo, a nosotras nos toca
orar, ayunar y clamar por ellos, un día o hasta años pueden pasar para ver la
respuesta a tu oración… tú sigue orando, las oraciones son poderosas y no
tienen fecha de caducidad.
Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por
algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te
ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el
pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté
ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que
hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y
confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí,
yo y la casa de mi padre hemos pecado
Nehemías 1:4-6
¿Te suena familiar? Yo creo que si porque tu corazón es sensible y
sientes el dolor de tu gente, intercede por ellos delante de Dios en ayuno, en
oración, clama por ellos una vez más por su salvación, por su conversión. Así podremos
orar la Palabra para ellos:
"Pero si se vuelven a ti y guardan tus mandamientos y que los pongan
por obra aunque su dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí
recógelos y tráelos al lugar que escogiste para hacer habitar tu nombre." Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales
redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa.
Nehemías 1:9-10
Intentémoslo así,
ahora desde lo secreto, oremos por ellos, busquemos a otras personas que estén
dispuestas a orar e interceder junto con nosotros por las personas a quienes
deseamos sean ganadas para Cristo, a quienes anhelamos verlas de regreso en el
camino de Dios y oremos por gracia divina para que el día que vayamos a hablar
con las personas, éstas tengan su corazón preparado y dispuesto a recibir a
Cristo Jesús.
Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a
la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean
reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia
delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey
Nehemías
1:11
No desmayes mujer,
recuerda:
Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo,
conservaos en el
amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida
eterna.
A algunos que dudan, convencedlos.
A otros salvad, arrebatándolos del fuego;
y de otros tened misericordia con
temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne
Judas 1:20-23
{ORACIÓN}
Padre en el nombre de Jesús, hoy como otros tantos días me acerco
a ti en oración por cada uno de mis familiares y amigos que no han tenido la
dicha de encontrarse contigo, levanto mi voz a ti una vez más creyendo que este
tiempo en el que no escuchan de ti, tú estás preparando sus corazones para el
día que has dispuesto sean llamados hijos tuyos, y sean adoptados por medio del
espíritu. Te doy gracias porque a pesar de sus errores les sigues amando,
sigues teniendo misericordia de ellos y has preservado su alma hasta el día de
hoy. Permíteme llevarles tu evangelio una vez más pues me duele pensar el lugar
donde estaría su alma si acaso hoy murieran, Padre escucha mi oración y
guárdales para que cuando les hable de ti y de tu hijo amado ellos estén
dispuestos a recibirle. Mil gracias por haberme elegido para ser tu hija y
recibir tu perdón, en Cristo Jesús. Amén.
No desmayes mujer.
Dedicada a Servirle
Karla
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