Continuamente le pido a mi esposo que me muestre mis errores y en
su momento se lo pedí a mi padre también, ambos en su amor por mí decían que no
tenía errores, cosa que jamás creí, sin embargo me acostumbré a vivir así,
pensando que todo cuanto hacía no era tan malo.
Hace unos días que estuve en casa de mis padres durante una
semana, me di cuenta de muchos de mis errores como mujer, como amiga, como
esposa, madre, hermana, hija y persona. ¡no puedo creer que mi esposo y mi
padre me hayan visto como una súper mujer!
Analizaba cada una de las actitudes que tuve, esas que no son
fáciles de sacar de la mente y créeme, no me gusta mucho lo que veo.
Mi error sin duda fue pedir consejo al hombre, cada vez que le
preguntaba a mi esposo o a mi padre cuales eran mis errores, hubiera sido
preferible, recomendable y necesario preguntárselo a nuestro amoroso Dios.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.
Y guíame en el camino eterno.
Salmo 139:23-24
Creo que no he aprendido lo suficiente, creo que he dejado de lado
aquello que tendría que ser prioritario en mi vida y sin duda me sumergí en
todo aquello que logró quitarme la paz y en cierto modo, logró colarse en mi
vida una falsa dependencia a las cosas que no tienen sentido.
Me sentía muy mal conmigo misma porque veía como es que todo
aquello que parecía ser perfecto en mi hogar, fuera de él es un caos, me sentía
culpable por creer que había estado educando a mis hijos de manera correcta y
al verlos comportarse mal sentí que fracasé. Me sentía muy mal por saber que
estaba en un lugar donde había amigos que visitar a quienes no avisé que estaba
allá, cuando yo necesitaba una palabra de aliento. Me sentí muy mal porque las
relaciones con mis hermanos no estuvieron del todo perfectas y fracasé una vez
más, me sentí muy mal porque la convivencia con la familia de mi esposo es cada
vez menos frecuente y me sentí mal por ello también.
No es sencillo para mí confiarte esto, no es sencillo para mí
aceptar que las cosas que hago están mal, me avergüenza decirlo y confesar que
no soy la mujer maravilla como mi esposo cree.
Pero bueno, no sé si tú pases por lo mismo y si es así creo que
entiendes lo que trato de decirte, y tal vez hasta entiendas que llega a ser
cansado el tener que estar diciendo a todo mundo que las cosas están bien
cuando no es así.
Y estos 3 días en los que he descansado mucho en compañía de mis
hijos pude darme cuenta que siempre hay una nueva oportunidad, de que cada día
que nos levantamos es un día en el cual podemos (y debemos) sacar la casta de lo que somos y
enmendar el camino; de nada sirve lamentarse por lo que no somos o lo que
dejamos de ser, lo mejor es sacar fuerza del cielo y mejorar lo que somos.
Los sucesos del presente ya
ocurrieron en el pasado,
y lo que sucederá en el futuro
ya ocurrió antes,
porque Dios hace que las
mismas cosas
se repitan una y otra vez.
Eclesiastés 3:15
Sin duda los días en los que
más fallo son aquellos en los que mi vida devocional es menor, es en esos días
en los que abro la Biblia sin poner atención o la cierro después que alguno de
mis hijos despierta. Mi tiempo de oración se ve afectado por los momentos en
los que me duermo, las noches en las que el internet absorbe mi atención y las
mañanas en las que los quehaceres del hogar parecieran interminables, son esos
días en los que mi mal humor es notorio, las malas contestaciones a mi esposo y
a mis hijos también.
No soy la mujer maravilla, necesito de Dios,
necesitamos de Dios tú y yo… necesitamos depender sólo de Él y dejar de sentir
condenación por los errores cometidos, centrarnos en Dios y su misericordia y
derribar esos argumentos que nos impiden acercarnos a Él en oración.
derribando argumentos y toda
altivez que se levanta
contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la
obediencia a Cristo.
2 Cor 10:5
…hoy
derribo todo eso que me aleja de la presencia de Dios
…hoy
derribo esos momentos de afán
…hoy
derribo los argumentos que me condenan
…hoy
llevo cautivo cada pensamiento negativo
…hoy
llevo cautiva cada actitud negativa
…hoy
llevo cautivo todo desánimo
…hoy
llevo cautiva toda ofensa
…hoy
llevo cautivo todo aquello que pudiera alejarme de Dios y los llevo a la
obediencia a Cristo.
…Dios te ama…así como eres, así como estás.
Cuéntame si acaso te has sentido igual o si la rutina en tu hogar ha hecho que tu vida devocional sea interrumpida.
Dios nos ama mujer… y nos bendice
Renovada en Su Gracia
Karla
Reiteradas veces me he sentido asi...y creo que he llegado a un punto en que me he abstraido a mi misma para complacer a los demas y me siento agotada...y no soy conscienre de mus defectos sin embargo doy gracias a Dios porque ya estoy identificando que me hace falta y cuanto necesito aferrarme a el. Mil bendiciones y gracias por tu blog
ResponderEliminarasí es.... nuestra dependencia a Él debe ser mayor, un abrazo y bendiciones Carolina, gracias por leerme y por comentar =)
Eliminarapenas llevo una semana que te encontre en la red y tus publicaciones han sido de gran ayuda...Que el señor te siga usando cada dia mas
ResponderEliminarapenas llevo una semana que te encontre en la red y tus publicaciones han sido de gran ayuda...Que el señor te siga usando cada dia mas
ResponderEliminargracias a Dios Yulimar! espero leerte pronto, te mando un abrazo grande! bendiciones
Eliminarhola asi tal cual me he sentido ahora puedo ver claro .
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