“Mientras callé se envejecieron mis huesos
en mi gemir todo el día.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
se volvió mi verdor
en sequedad de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí
mi iniquidad. Dije:
Confesaré
mis transgresiones a Jehová;
y tú
perdonaste la maldad de mi pecado.”
Salmo 32:3-5
¿Qué sería de nosotros sin el perdón de
Dios? ¿Cómo lo obtenemos? Ah, qué
difícil resulta ser cuando sabemos que hemos fallado y no queremos reconocerlo,
ya sea por pena, temor y en ciertos casos orgullo. Sin embargo, es dañino para
cualquiera el quedarse callado y fingir que nada pasó.
“Se
volvió mi verdor en sequedad de verano” imagina
que tan grave es que guardemos silencio ante Jehová de nuestro error o un
pecado que es como si fuéramos perdiendo vida poco a poco. ¿Te ha pasado? Ahora
veámoslo en el lugar de nuestro esposo, a menos que tengan una vida consagrada
a Dios y una comunión continua con Él, no se les dificultará mucho el confesar
sus errores y ser libres de culpa y obtener su perdón, pero, si acaso no lo son
¿cómo podemos ayudarles? Exacto. Orando.
Dios es grande en misericordia, pero
también es el juez justo y de la misma manera en que nos rodea con su amor
inagotable el pecado nos aleja de Él.
Nuestra oración hoy es precisamente por
eso; para que nuestro esposo reconozca errores y fallas que lo alejan de Dios,
que las confiese a Él y obtenga su perdón.
Ora mujer, no te desanimes, las
oraciones NO tienen fecha de caducidad, lo que ores hoy tendrá su fruto en el
momento preciso, podría ser que la oración que realices hoy sea el detonante
para que la vida de tu esposo sea transformada y renovada. ¡Ánimo!
ORACIÓN
DÍA 21
Padre, levanto a ti mi voz por mi amado
esposo (nombre) hoy he entendido que tal vez la oración que hago por él sea el
inicio de una vida diferente a tu lado, por eso es que no me cansaré de
interceder a ti por mi esposo, mi hogar, mis hijos.
Oro a ti amado Dios por la vida de mi
esposo, por las ocasiones en las que no sabe cómo expresarse a ti cuando ha
fallado o pecado, levanto mi voz para que tengas piedad y misericordia de él y
le muestres que en ti hay perdón, hay vida, hay restauración; háblale de manera
tal que sepa que tú le esperas no para condenarle, sino para perdonarle y que
sea una realidad en su vida la Palabra que dice: “Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi
pecado”.
Padre, en el nombre de Jesús muéstrale
que estás dispuesto a perdonarlo si reconoce su error y lo confiesa a ti, no
permitas que haya pecados ocultos o sin confesar para que el enemigo de su alma
no tenga ninguna oportunidad de oprimirlo. Oro por él por un arrepentimiento
genuino y se presente delante de ti en oración, amén.
En Su Gracia
KARLA
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